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Mostrando entradas de mayo, 2017

Soldados anónimos

Por Marcos Escobar para El Diario del Juicio Ph Elena Nicolay El día después de Navidad encontró a Rómulo Francisco Moreno cocinando para él y su familia. Lo encontró compartiendo con su esposa, el abuelo de ella, con sus tres hijas, con su suegro y con una cuarta hija que nunca conoció. El 26 de diciembre de 1975 encontró a este trabajador de la zafra vendado, golpeado y secuestrado frente a toda su familia. El pasado 18 de mayo declaró su esposa, Ramona Ester Fregenal. Ella relata ante el tribunal la traumática experiencia de ver entrar a un grupo armado a su casa y revolver todo el lugar mientras su compañero era llevado frente a sus ojos. Al salir a la calle se encontró con toda la cuadra llena de vehículos militares, entre ellos estaba el camión donde sería trasladado Moreno. Primero fue llevado a la Escuela de Las Mesadas, el pueblo donde residía con su familia, luego el mismo camión lo llevaría hasta la base militar emplazada en el Ingenio Santa Lucía. “Yo los

Silencio de cuatro décadas

Por Exequiel Arias para El Diario del Juicio Ph Elena Nicolay Existen historias que exceden los espacios donde se hacen eco. Historias que modifican al oyente, lo trasladan a otro lugar, lo sacuden y lo devuelven más sensible y más consciente. Historias que, ante la oscura inminencia de ser sepultadas en el olvido, una vez recuperadas ganan fuerza y le dan sentido a esto que llamamos “construcción colectiva de la memoria”. Esas historias y los sujetos que las encarnan tienen la capacidad de sobrecoger a una sala completa y aturdir al cruel sepulturero que en otra época ostentó el poder de silenciarlas. La historia que recuperamos hoy es la de una mujer de 57 años, quien denunció por primera vez en un juicio de lesa humanidad los tormentos sufridos hacia el año ’75. La víctima -cuya identidad se preserva por pedido de su equipo de acompañamiento psicológico- dio testimonio el jueves pasado en el TOF y contó su historia, casi 42 años después. Para ella, el circuito del terror i

Falta de in-formación.

Por Andrea Susana Romero para El Diario del Juicio Terminaba la audiencia hace unas semanas atrás, no quedaban más testimonios. Sin embargo, el abogado defensor Mario Roque Leiva Haro pidió la palabra para poner en duda el trabajo que realizan los psicólogos y psicólogas del Equipo de Acompañamiento a Testigos, en el marco del juicio Megacausa Operativo independencia.  Es probable que el doctor Leiva no esté al tanto de la tarea que realizan quienes forman parte de dicho equipo puesto que está recién arribado a juicios donde se juzgan delitos de Lesa Humanidad. Una opción para salir de la duda y la incertidumbre, antes de manifestar la infundada desconfianza que habita en el inquieto Dr. Haro podría ser alguna técnica autodidacta, por ejemplo la lectura atenta y en profundidad de diferentes artículos en donde se desarrolla de manera clara cómo y para qué trabaja el equipo de acompañamiento. Los artículos enunciados anteriormente están disponibles en la web, google es una buena

Reproducir justicia (en primera persona)

Por Hugo Hernán Díaz para El Diario del Jucio Volví a casa y salude a mi hermana, era su cumpleaños de quince. Compartimos su torta preferida, la de chocolate. El tiempo pasó rápidamente y se hicieron las once, ella debía estudiar y yo preparar unas notas, por lo que cada uno se instaló en su cuarto. Comencé revisando los textos del año pasado y los de este, todos ellos con historias importantes, algunas mejor representadas que otras. Me encontré con el testimonio de Juan Domingo Fernández, me basto leer el titular para reconectarme con su dolor: “¿…en el mar…en el cielo…donde está mi viejo?”. Hice un paralelismo rápidamente y me imagine como habrían sido los quince años de la hermana mayor de Juan sin su padre. Un padre que no murió, que no los abandonó, un padre que al día de la fecha sigue desaparecido. Un viento ligero pasó por mi lado, egoístamente pensé, que afortunada mi hermana, pero…¿acaso son buenos tiempos los actuales?. Pasaron dos segundos por uno, no podía aleja

Todos los nombres el nombre

Por Tina Gardella para el Diario del Juicio Fiscales y querellantes trabajan en coordinación. Es probable que representen a estrategias diferentes, pero seguramente comparten la idea de una justicia no como ley ni como institución jurídica –solamente-, sino fundamentalmente como el lazo social para la co- existencia con otros. Esta coordinación ha tenido momentos memorables a lo largo de este Juicio; sobre todo cuando había que aportar distintos abordajes para desarmar estrategias discursivas de defensores parapetados en escenarios de teatralización absurda. Pero otras instancias, quizás menos evidentes, dan cuenta no sólo de compartir una misma idea de justicia. Es que se trata de una justicia situada en un Juicio de Lesa Humanidad. Ni más ni menos. Con testigos. Con testigos víctimas. Con pasados silenciados. Con presentes sitiados. Los fiscales preguntan por los hechos. Por las relaciones con los hechos. Por los escenarios de los hechos. Piden una narración. Que se ident

41 años sin Justicia

Por Fabiana Cruz y Hugo Hernán Díaz para El Diario del Juicio ¿Esas personas culpables, serán condenadas el día de mañana? Con esa pregunta Elvira Rosa de Astorga terminaba de dar testimonio a los jueces en su domicilio el día viernes 5 de mayo. El juez Casas, intentaba entonces explicarle a la mujer de 84 años, que los actuales imputados, serían condenados solo en caso de ser considerados autores de los hechos por los cuales se los juzga. Cabe pensar como Elvira, ¿serán realmente condenadas estas personas? En un contexto de desamparo por parte del gobierno nacional que banaliza las cifras de desaparecidos, que otorga más poderes a las fuerzas militares y tiene de amigos a los responsables, si pensamos en un poder judicial que permite la aplicación de la ley del “2x1” para los culpables por delitos de lesa humanidad, que dilata causas al extremo, que otorga penas bajísimas a los acusados y que se desentiende de los castigos aplicando la inefectiva prisión domiciliaria, entre o

Una flor para mi madre

Por Marcos Escobar para El Diario del Juicio La desaparición de una persona, ni presa, ni viva, ni muerta. Utilizada como una herramienta de tortura psicológica contra las personas cercanas a la víctima, no permitiendo el proceso de duelo. Curiosa contradicción discursiva, si tenemos en cuenta que desde la defensa se pretende demostrar que los crímenes cometido durante el Operativo Independencia se dieron en el marco de una supuesta guerra. Cristina Noemí Córdoba ingresaba a la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal de Tucumán el 20 de abril. Lo hacía con un paso nervioso, pero con la mirada iba ganando confianza a medida que avanzaba hasta el asiento reservado para que pudiera testificar. Sentada observó al presidente del tribunal. Antes de que este pudiera tomarle juramento el Dr. Casasa, dijo con voz clara “Soy hija de Nora Lilia Abdala”. Para 1975, Cristina vivía con su abuela, en diagonal a la casa donde su madre vivía junto con su compañero José Alejandro Vivanco.

1 de marzo

Por Hugo Hernán Diaz para el Diario del Juico Eran las 10:06 de la mañana del viernes cuando partimos desde el Tribunal Oral Federal hacia la ciudad de Lules, situada a un poco más de 5 km de la capital tucumana. Cuando digo partimos hago referencia a jueces, abogados, administrativos de fiscalía, personal de gendarmería y nosotros, los periodistas. En medio de una jornada cálida llegamos a La Reducción, allí nos esperaban Lidia Damiana Carrizo y Eduardo Benjamín Córdoba , los testigos del día. Lidia tenía una pollera azul que le llegaba casi hasta los tobillos y un chaleco del mismo color, en los pies había optado por ponerse medias blancas y zapatos marrones. Su rostro lleva las marcas del paso de los años, su postura es un tanto encorvada. Caminó despacio, se sentó al lado del juez Juan Carlos Reynaga y le manifestó que le gustaría que su hijo pase a la sala que se había montado en el comedor de la casa. Una vez concluidas las negociaciones frente al pedido la declaración se

Policía, Justicia y Estado

Por Marcos Escobar para El Diario del Juicio Ph Elena Nicolay El caso de Oscar Rolando Figueroa es crucial para llegar a tener una real noción del nivel al que llegaron a estar articuladas las burocracias en el proceso que comenzó con el Operativo Independencia y culminó con el inicio de la dictadura. Me refiero al plan de accionar sistemático llevado adelante por las Fuerzas Armadas Argentinas mediante el cual tomaron control de las estructuras estatales con el fin de implementar el terror en la población para así poder condicionar un cambio en la ideología que estaba comenzando a gestarse en la sociedad, al mismo tiempo que se desarmaban los movimientos sindicales y sociales que luchaban principalmente, por mejoras laborales y se plantaban como una resistencia al avance del capitalismo internacional. El Proceso de Reorganización Nacional, como sería conocido a partir del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, se enmarcaría a nivel continental dentro del Plan Cóndor, l