- por Marcos Escobar para el Diario del Juicio
PH tomada de Twitter
Doscientos años han pasado desde que nuestras gargantas intentaron
gritar “libertad”, doscientos años desde que nuestros próceres, nuestros
verdaderos próceres intentaron gritar “libertad”. Doscientos años desde nuestra
primera independencia, nuestro primer grito libertario, nuestro primera ruptura
de cadenas. El primer intento de un pueblo por liberarse de sus opresores. Hace
doscientos años, esas personas gritaron independencia.
Ha pasado el 9 de julio de 2016 y ese grito parece perdido ante el
compás de una marcha.
Es muy probable que las personas de 1816 no entendieran que la
libertad no era solo cortar las cadenas que nos ataban con España. Sería
complicado explicarles que el camino que debe transcurrir un pueblo para llegar
a su plena soberanía no es solamente
político, sino económico.
En estos festejos, después de doscientos años de ese primer grito
patrio, de ese grito latinoamericano, mestizo y criollo. Hoy, después de
doscientos años de historia, tenemos a un rey español, presenciando el desfile en
el que participaron los genocidas
responsables del Operativo Independencia, que ahora osan llamarse
“ex-combatientes”. Como si hubieran peleado una guerra, como si hubieran
libertado una nación, como si fuera que sus actos no hubieran sido
acciones cobardes para tratar de
adoctrinar al mismo pueblo que juraron proteger. Como si nosotros no tuviéramos
memoria.
Doscientos años han pasado desde ese acto deliberado de libertad, y
nuestro actual presidente, Mauricio Macri, permite que estos “ex-combatientes”
desfilen en el acto de mayor significancia para la Nación argentina.
Aquí, entre nos, hemos tenido que soportar mucho. Cinco golpes de estado, cinco dictaduras, un operativo militar en democracia planeado para
eliminar la lucha sindical en Tucumán, levantamientos militares en contra del
juzgamiento de los culpables, más de diez años de neoliberalismo. El hambre, el
silencio, la censura, las desapariciones, la violencia, la falta de esxs
compañerxs, la falta de una generación indispensable, el cierre de los
ingenios, el hambre nuevamente, los tarifazos. Y ahora, encima,los responsables
desfilando con orgullo frente al presidente de la nación y el rey de España.
El tiempo es una variable curiosa, irónica y bastante cruel. Han
pasado cuarenta y un años desde los hechos que están siendo juzgados en el
Tribunal Oral Federal de Tucumán. 271 casos están siendo investigados por los
jueces mientras seguimos intentando descubrir la verdadera historia de lo que
sucedió en el año 1975.
Nunca deja de ser interesante el nombre elegido para intentar darle
legitimidad al experimento de lo que sería la posterior dictadura del 1976.
“Independencia”. 159 años después de nuestra separación de la Corona Española,
los genocidas utilizaron este concepto para imponer un plan económico. A partir
de 1983, desde el final de la dictadura, esta época nefasta ha sido repudiada
por la amplia mayoría de la sociedad. Hubo presidentes indiferentes. Otrxs
garantizaron las herramientas para que estos crímenes puedan ser juzgados. Pero
a nadie se le hubiera ocurrido hacer desfilar a los culpables en el acto de
mayor envergadura en nuestro país.
Independencia,
soberanía, Operativo Independencia, rey de España. Estos son los conceptos que
el gobierno decidió esgrimir ante el mundo
y ante la historia para festejar el acto fundacional de nuestro país.
Esa historia, reescrita constantemente desde el presente, hoy queda manchada
por la participación de los culpables de teñirla de sangre y por la decisión
del gobierno de darles un lugar de privilegio en ella.-
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